Por un Chile mejor

home_2_01El año recien pasado tuve la posibilidad de participar, como candidato a concejal, en las elecciones municipales del país, momento fundamental para la política y gobiernos locales. Miles de personas asisten a las urnas para elegir quién, por los próximos 4 años, gobernará el municipio y a los concejales que trabajarán junto al alcalde y que además tendrán la tarea de fiscalizar el correcto ejercicio del poder.

Por: Andrés Rencoret Klein

La responsabilidad que se enfrenta en estos cargos no es menor, en cada candidato están puestas muchas veces las esperanzas de personas que con justa razón esperan que su barrio y comuna se desarrollen y sean cada día lugares más gratos para vivir junto a sus familia, que existan espacios para trabajar y que puedan proyectarse con un mejor futuro. Familias humildes que dan una lucha diaria por superar la pobreza, personas que buscan crecer y heredar a sus hijos riquezas materiales y espirituales.

Durante el año que trabajé para enfrentar la candidatura a concejal, pude ver y conocer la realidad de cientos de familias, sus deseos, carencias, proyectos y esperanzas. Pude comprobar una vez más que son millones las necesidades y que no todo requiere de gigantescos proyectos. Hay muchas necesidades que solo requieren de la voluntad y el respeto de las autoridades en ejercicio por la gente y por qué no, de quienes estuvimos en la búsqueda de un cupo en los concejos municipales. El trabajo con la comunidad puede rendir grandes frutos pero requiere seriedad, justicia, generosidad y muchas ganas de dar lo mejor de cada uno.

Lamentablemente el egoísmo y los intereses personales de muchos tardan muy poco en aparecer. La violencia, las deslealtades, la destrucción del material, solo acusan el terror que viven muchos de estos seudo-políticos por la posibilidad de perder el lugar que tantos frutos les rinde o el trampolín que ven para una nueva campaña en búsqueda de un mejor lugar que de más poder y mejores ganancias.

¡Chile se merece y necesita más! Personas jóvenes y adultas que estén realmente dispuestos a trabajar por los demás, hombres y mujeres que entiendan la profundidad e importancia del servicio público, ciudadanos que estén a disposición de quienes los eligieron. Solo entonces veremos crecer nuestro país y estaremos orgullosos de quienes forman parte de un territorio que necesita ser más que los “Jaguares de Latinoamérica”, necesitamos valorar a quien está a nuestro lado, al que piensa distinto, a quien nos apoya y también quien nos reprueba, al que trabaja con esfuerzo y que quiere al igual que muchos, un Chile mejor.

Deja un comentario